Eneagrama

Fue tras acabar Farmacia cuando comencé a hacer alguna cosilla de desarrollo personal. Pero el punto de inflexión a partir del cual comencé un nuevo camino, fue un curso de Protoanálisis que realicé en la primavera de 2008. Éste es la introducción al programa SAT de Claudio Naranjo basado en el Eneagrama y me entusiasmó tanto que ese mismo verano me lancé el SAT-1, donde viví experiencias que me dejaron mella para siempre. Sin embargo, paradójicamente, hasta hoy, julio de 2013, no he continuado con el programa.

El Eneagrama me parece un instrumento muy útil y me gusta mucho. Pero como todo instrumento se puede utilizar mal y hacer daño (uso frívolo, como método de control y manipulación, perjuicios de la etiquetación etc).

Lo que más me gusta de él, sin embargo, es la filosofía que tiene debajo porque toca con un sentimiento mío muy íntimo: El niño según las características con que viene al mundo y las circunstancias, desarrolla una personalidad (que en este marco teórico la llaman ego) para sobrevivir y sentirse seguro, querido y reconocido. Y estas pautas de actuar, pensar y sentir las vamos repitiendo desde entonces mecánicamente, provocando sufrimiento a nosotros mismos y/o a los demás.

Esto se aplica tanto al profesor de universidad valorado por sus alumnos, como al esbirro del mafioso del barrio. No hablo por supuesto de exención de responsabilidades, sino de que creemos ser algo que no somos, creemos ser nuestra personalidad, cuando yo al menos siento que somos algo más: ese algo más que el cuerpo y la mente, esa esencia que está en la bebe que fui y en la enferma de alzhéimer que podré ser; o en la asesina en serie, la indigente, la valorada terapeuta, la amorosa madre de familia, la hedonista independiente lujuriosa… que podría llegar a ser… esa esencia que todos compartimos.

Lo que hace el Eneagrama es plantear un mapa de nueve tipos de personalidad nombrados con números del 1 al 9, cada uno de los cuales se caracteriza por una pasión dominante. Todos tenemos las nueve pasiones pero, según esta teoría, es importante conocer tu pasión principal, la que te mueve en la vida, es decir, tu “número”, para trabajarte desde ahí en búsqueda de una mayor felicidad y libertad. Es un largo proceso de auto-conocimiento y flexibilización de nuestros automatismos mentales, emocionales y conductuales, que comienza con el propio descubrimiento de “mi número”: Nadie me puede decir qué número soy (sólo yo puedo asignármelo) y puede ser muy complicado averiguarlo por estar envuelto bajo muchas capas de cebolla (hay personas que incluso tras haber finalizado los cuatro SATs, se han dado cuenta de que en realidad eran otro número) pero lo importante es el proceso.

De todas maneras, el Eneagrama es sólo un mapa y hay a quien le sirve y a quien no. No es el territorio. A mí me ayudo muchísimo verme en el “3”pero ahora sé que no soy un “3”y en principio no trabajo para averiguar qué soy, pues actualmente en mi intra-viaje estoy con otras cartografías. No obstante me sigue seduciendo.

Para acabar voy a presentar los nueve números (agrupados según predomine lo emocional, lo intelectual o lo instintivo). Es lo que siempre más interesa. Pero lo voy a hacer muy brevemente porque considero que ninguna descripción, libro o test son de utilidad si no se realiza bajo un trabajo terapéutico/vivencial. Colocarse en un número es algo visceral, no intelectual. Además luego hay tres subtipos dentro de cada número, muy diferentes entre sí.

Emocionales

  • Eneatipo 2: Dan, ayudan. Seductores. Muy emocionales. Esconden una profunda necesidad de ser amados. “Lolita”, la “mamma italiana”, Cleopatra.
  • Eneatipo 4: Masoquistas. Con sensación profunda de carencia. Frida Kahlo, Meryl Streep en “Los puentes de Madison”.
  • Eneatipo 3: Se creen la imagen valorada por la sociedad que dan. Eficientes, hábiles socialmente y camaleónicos, buena apariencia física según la moda, controlados. Barbie, Bill Clinton.

Intelectuales

  • Eneatipo 5: Tienden a acumular conocimientos y viven con distanciamiento emotivo. Tim Burton, Claudio Naranjo.
  • Eneatipo 6: Dudan continuamente. Critican y se critican. Woody Allen.
  • Eneatipo 7: “Charlatanes”, indulgentes, consigo mismos y los demás para huir del sufrimiento. Alegres, con multitud de planes. Peter Pan, Buenafuente.

De acción

  • Eneatipo l: Exigentes consigo mismos y los demás según su código moral. Margaret Thatcher, Monica Geller (Friends).
  • Eneatipo 8: Buscadores de la intensidad. Nunca parecer débiles. Robin Hood, Fidel Castro.
  • Eneatipo 9: Aparentemente felices. Gran dificultad para saber qué es lo que ellos mismos desean pues se funden con su entorno. Sancho Panza, Winston Churchill, Marge Simpson.

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