Hacía como tres años que quería ir a un festival… pero son complicados para sillas de ruedas por el viaje, encontrar alojamientos adaptados, los terrenos abruptos sobre los que se asientan y las aglomeraciones. Alguna vez me lo había planteado con mi silla manual, que no requiere tantas condiciones de accesibilidad, pero con ella dependo de que otra persona me empuje (ya que no puedo auto-propulsarme). Este puente del 15 de agosto al fin lo he conseguido, y además con la silla eléctrica jeje
Jueves al medio día: dos amigos cargan mi Fuyu de 90 kilos en una furgoneta gracias a dos tablones a modo de rampa, hacemos girar las manivelas para bajar las ventanillas y nos ponemos en marcha.