Mi mapa, el que exploro en este rinconcillo virtual, es simplemente otro ideal. Los ideales son ideales, no la verdad. La verdad es aquello hacia lo que camina la ética en su continuo y necesariamente interminable reflexionar y cuestionar.
Quiero escribir un poquillo sobre ello para evitar equívocos: yo cuando trabajo, siempre lo hago desde el mapa del cliente/paciente; mientras que en este blog, facebook y demás redes sociales, expongo mi propia cartografía y otras posibilidades que creo que pueden servir y provocar movimientos en el lector… la finalidad no es sustituir ni acumular, sino flexibilizar, y quizás, si a caso, vaciar.
Este post ha surgido, por tanto, a raíz de lo que expresaba en mi anterior entrada “Frida” acerca de los ideales de “ser normal” y de “ser tan extraño que me siento único”, que me llevó a reflexionar sobre lo que cuelgo en la Red. Pero estas letras son aplicables a cuestiones tan variopintas como mi modelo de pareja-familia, mi ramalazo “new-age hippiero” como solución a todos los males del mundo, mi “tener que ser responsable” o… naturalmente, los grandes paradigmas científicos. Toda creación de la mente humana son mapas, no el territorio.
Sin entrar ahora en conceptos como los Introyectos de la gestalt, el Ideal del Yo y el Yo Ideal del psicoanálisis u otros conceptos equivalentes de la psicología cognitiva (Beck, Ellis, Young etc), lo que es claro es que cada uno tiene sus ideales, éstos dirigen tu vida y lo importante es que respeten a los otros –tanto a nivel individual (mi vecino, por ejemplo) como a nivel global (y se me ocurren a bote pronto, ciertas ideas religiosas y económicas…).
Fidel Delgado habla de que sólo veo lo que mis particulares gafas me muestran. El problema es que ni siquiera sabemos que las llevamos y confundimos nuestra visión con la realidad. Así que es importante hacerme consciente de mis lentes y conocerlas (si su cristal es rosa o está ahumado)… pues, por ejemplo, la mayoría de mis creencias sobre lo que está bien y mal, sobre cómo tengo que ser yo, los demás y la vida son implícitas, es decir, que ni si quiera sé por qué me muevo por el mundo como lo hago.
Sin embargo me resisto cual gato panza arriba a hacer conscientes mis creencias y cuestionarlas porque esto provoca incertidumbre, y la incertidumbre es lo que peor lleva el ser humano (preferimos, incluso, un diagnóstico fatal a la angustia de la espera del dictamen médico). Además, el saber remueve mucho… tal y como escribe el refrán “Ojos que no ven, corazón que no siente”, o mis manitas hace unas semanas “No saber que la falda que te quieres comprar es producto de la explotación infantil te hace más ‘feliz’ (analogía de por qué el autoconocimiento angustia, enfada y deprime, y en consecuencia se evita)”.
Ampliar visión lleva a más libertad pero como decía Winston Churchill «Los seres humanos ocasionalmente tropezamos con la verdad, pero casi siempre nos levantamos rápidamente y seguimos como si nada hubiese pasado”. Es decir, nos buscamos las más extrañas maneras de permanecer en nuestra zona de confort (por muy poco “confortable» que sea) y cuando por alguna circunstancia vemos algo, tapamos de inmediato, para evitar responsabilizarnos, yo la primera.
De todas maneras la flexibilidad de los mapas personales es muy variable. Por eso un viaje a otra cultura a algunos nos mueve más que a otros… y también depende del momento y del área más o menos nuclear que se me esté zozobrando.
Yo, como una opción personal, he optado por la “píldora roja matrixera”… y ahí ando, aprendiendo a escucharme y vaciándome… para llegar a cernir algo y desde ahí construir, desde el sin sentido, la vida como una especie de obra de arte.
El arcoiris sólo existe para el que se encuentra un punto y ángulo un concreto.
Yo aquí lo veo, y es real. Tú allí no lo ves, y es real. Discutiremos hasta matarnos?
Y recordad, todos tenemos nuestro propio “Día de la Marmota” en la cabeza.
Las zonas de confort son una peste. Cierto. Y esos ideales… por Dios, qué difíciles de arrancar. Muy bueno tu post, Mercedes. Un abrazo
Qué rico tu refuerzo, M.Cruz! Gracias!!! 🙂 🙂 🙂
Esta semana saco un rato y me paso por tu blog http://psicoanalisiscotidiano.wordpress.com… que tengo las RSS abandonadas, jeje
engo el placer de comunicarte que he nominado tu blog para el premio The Versatile Blogger Award.
Saludos y felicidades por tu trabajo
Recoge el premio en mi blog, sigue las normas y hazte seguidora
http://conquistadelaspalabras.blogspot.com.es/
Saludos y felicidades por tu trabajo!!!
Hola, muy interesante entrada, que creo que cuestiona si realmente existe una verdad absoluta o cada uno llevamos la nuestra, a menudo bastante escondida…
Lo que explicas me haces pensar que te hallas en un trabajo de descubrimiento personal, tipo análisis. Este tipo de trabajo en el que uno se va dando cuenta de que existen muchos espejismos y es un proceso difícil y doloroso el poder ir profundizando, pero que sin dudad va a tener sus efectos.
Ánimo!
Mi sentir es que vivimos en Matrix… pero, por supuesto es únicamente mi particular sentir 😉
Por cierto, he ojeado una entrada de tu blog y nuestros mapas coincides bastante 🙂
http://bit.ly/1tgdQcB
Así q nos seguiremos viendo me parece 😉