Por qué mi color favorito es el rosa-morado? Por qué se me olvida mover el coche para cuidar su batería y recuerdo otras nimiedades? Por qué no aguanto a determinado tipo de gente? Por qué me pone lo que me pone?
“¿Por qué?” es una pregunta retórica, es decir, su valor está en orientar en la exploración de uno mismo, de cara a ganar libertad en nuestro vivir. Y es que el inconsciente es lo que nos hace pensar lo que pensamos, sentir lo que sentimos, hacer lo que hacemos. Desde el Psicoanálisis hasta la Teoría del Marco Relacional de las teorías cognitivo-conductuales de tercera generación, hoy nadie duda de que “dependemos” de esa enmarañada red neuronal.
Escritores y cineastas conocen muy bien este tema. Y en sus historias podemos ver el destino del protagonista casi desde el comienzo de la trama; el sentido y el “para qué”, de los errores que comete cada personaje; y cómo cada uno de ellos ve la escena a su manera y actúa en consecuencia.
En el resto de artes ocurre parecido. De hecho ahí está su gran poder: lo que no consigue una buena argumentación lógica y didáctica, lo logra una obra teatral que, de repente, nos hace “click” en algo de por ahí adentro. Y lo mismo para el humor: ¡oh, gran pértiga para flanquear las tan establecidas creencias de nuestras cabezas! (por cierto, por qué nos hace gracia tal determinada cosa?)
En fin, de ahí que sea tan difícil cambiar (otro rato os cuento lo que significa para mí “cambiar”). Tenemos demasiado miedo a ver en nuestro interior; y cuando por suerte descubrimos algo, enseguida lo tapamos con el olvido y volvemos a nuestras rutinas. Como decía Churchill «los seres humanos ocasionalmente tropezamos con la verdad, pero casi siempre nos levantamos rápidamente y seguimos como si nada hubiese pasado.»
Citas:
«Hasta el más valiente de nosotros pocas veces tiene el valor para enfrentarse con lo que realmente sabe.» (Nietzsche)
“La libertad se extiende sólo hasta los límites de nuestra conciencia; «Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino»; “La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que sea, para evitar enfrentarse a su propia alma” (Carl Jung)
“Todo lo que te molesta de otros seres es sólo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo» (Siddharta Gautama Buda)
“Lo que más atemoriza al ser humano es caer en una crisis, porque pone de manifiesto todo lo que está irresuelto” (Guillermo Borja)
«Las conexiones con otras personas tejen la red de neuronas de la que brota la mente.» (Daniel J. Siegel, psiquiatra y profesor en UCLA)
“Los seres humanos somos seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar nuestras emociones” (Humberto Maturana)
“No hay casualidad sino destino. No se encuentra sino lo que se busca y se busca lo que existe en lo más profundo del corazón” (Ernesto Sábato)
“No saber de uno mismo; eso es vivir. Saber mal de uno mismo, eso es pensar. Saber de uno mismo, de repente, (…) es tener súbitamente la noción de la mónada íntima, de la palabra mágica del alma. Pero esa luz repentina quema todo, consume todo. Nos desnuda incluso de nosotros mismos” (F. Pessoa)